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CUIDADO DEL APARATO Y MANTENIMIENTO
Limpieza
¡ATENCIÓN! Antes de efectuar cualquier operación de limpieza, asegúrese de que el aparato
está desconectado de la red eléctrica. Durante las operaciones de limpieza del aparato, evite
lavar con chorros de agua directos o a presión. La limpieza debe hacerse con el aparato frío.
La limpieza de las partes de acero debe hacerse con agua tibia y detergente neutro, utilizando un
paño; el detergente debe ser apto para la limpieza del acero inoxidable y no debe contener
sustancias abrasivas o corrosivas. No utilice lana de acero común o similares, ya que, al depositar
partículas de hierro, podrían provocar la formación de óxido. Evite además cualquier contacto del
acero inoxidable con elementos de matriz ferrítica. Se aconseja evitar el papel de lija o esmerilado.
Únicamente en caso de suciedad incrustada, se permite el uso de piedra pómez en polvo, pero es
preferible un estropajo abrasivo sintético, o bien lana de acero inoxidable a utilizar en el sentido del
satinado. Una vez acabado el proceso del lavado, seque todo con un paño suave.
Para la limpieza, se deben evitar los polvos abrasivos de cualquier tipo, los detergentes que
contengan cloro y los detergentes blanqueadores. Asimismo, evite verter líquidos fríos en el aparato
caliente, ya que se pueden formar grietas que provocarían la deformación o rotura del aparato.
Se debe evitar que el acero inoxidable entre en contacto con sustancias ácidas concentradas durante
periodos de tiempo prolongados (vinagre
, aliños, mezclas de especias, sal de cocina concentrada…),
ya que se podrían crear condiciones físico-químicas susceptibles de destruir la pasivación del acero;
por lo tanto, se recomienda eliminar dichas sustancias con agua limpia.
Para la limpieza del horno, se extrae la rejilla en redondo de acero, la solera, el difusor superior
(para el horno eléctrico), los soportes de rejilla y se lavan con agua tibia, detergente neutro y un
utensilio adecuado; se enjuagan y se secan bien. Por último, se vuelven a colocar todos los
componentes, prestando atención para introducirlos correctamente en sus lugares.
La limpieza de la superficie de vitrocerámica se lleva a cabo de la misma forma que en las de
vidrio. No utilice detergentes abrasivos o agresivos como rociadores para horno, trapos para rejilla,
polvo detergente o esponjas abrasivas.
Antes de limpiar la placa, espere a que se enfríe.
Elimine los restos de detergente con un trapo húmedo, puesto que podrían resultar corrosivos al
calentarlos.
Para la limpieza, se recomienda:
Tipo de suciedad
Material recomendado para la limpieza
Suciedad ligera
Trapo húmedo
Manchas grasas (salsas, sopas, aceite…)
Limpiar y desengrasar con un paño no abrasivo
Suciedad pegajosa
Detergente no abrasivo y limpiar con paño húmedo.
Restos de cal y agua
Eliminar con vinagre, detergente en crema y limpiar con
paño húmedo.
Incrustaciones de azúcar, alimentos,
agua
Raspar y limpiar con detergente cremoso y paño
húmedo.
Si la zona se enfría con este tipo de suciedad, podría
deteriorarse.
¡ATENCIÓN!: Antes de limpiar la placa, se debe esperar a que se enfríe.