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CONTROLES DE SEGURIDAD
Una vez efectuada la regulación hay que controlar siempre:
1.
La parada del quemador abriendo los termostatos y los presóstatos de aire y gas.
2.
El “bloqueo” obscureciendo la fotocélula (UV).
Para desbloquear el quemador hay que presionar el botón correspondiente.
MANTENIMIENTO
Cuando termina la estación en la que se usa la calefacción es conveniente limpiar los filtros del gas y gasóleo, el
cabezal de combustión (disco, aisladores, boquillas), los pasos del aire de combustión y la fotocélula UV.
Para limpiar los pasos de la boquilla hay que utilizar material blando (madera, plástico).
Les aconsejamos que cambien las boquillas cada 12 horas de funcionamiento.
FOTOCÉLULA UV
La existencia de un poco de grasa compromete mucho el paso de los rayos ultravioleta a través de la ampolla de la
fotocélula UV impidiendo que el elemento sensible interno reciba la cantidad de radiación necesaria para un correcto
funcionamiento. En el caso de que se ensucie la ampolla de gasóleo, petróleo pesado etc. es indispensable limpiarla
adecuadamente. Hay que precisar que el simple contacto con los dedos puede dejar una pequeña cantidad de grasa
que es suficiente para comprometer el funcionamiento de la fotocélula UV.
La fotocélula UV no “ve” la luz del día o de una lámpara normal. La posible comprobación de la sensibilidad puede
realizarse con la llama (encendedor o vela) o con la descarga eléctrica que se produce entre los electrodos de un normal
transformador de encendido. Para asegurar un correcto funcionamiento, el valor de la corriente de la célula UV tiene que
ser suficientemente estable y no estar por debajo del valor mínimo requerido por la caja de control específica; dicho valor
está descrito en el esquema eléctrico. Puede ser necesario buscar experimentalmente la posición más adecuada
moviendo (desplazamiento axial o de rotación) el cuerpo que contiene la fotocélula con respecto a la abrazadera de
sujeción. La comprobación se efectúa introduciendo un micro-amperímetro, con escala adecuada en serie a uno de los
dos cables de conexión de la fotocélula UV; está claro que hay que respetar la polaridad (+ y -).
PRESÓSTATO DEL AIRE
El presóstato del aire tiene la finalidad de impedir que se abran las válvulas del combustible (gas o gasóleo) si la
presión del aire no es la prevista. El presóstato por lo tanto tiene que ser regulado para que intervenga cerrando el
contacto (previsto para ser cerrado en condición de trabajo) cuando la presión del aire en el quemador alcanza un valor
suficiente. El circuito de conexión del presóstato prevé el autocontrol, por consiguiente es necesario que el contacto
previsto para ser cerrado en condición de reposo (ventilador parado y ausencia de presión del aire en el quemador)
realice efectivamente esta condición; en caso contrario la caja de control no se conecta (el quemador se queda
parado). Puntualizamos que si no se cierra el contacto previsto para ser cerrado en condición de trabajo, la caja de
control efectúa su ciclo pero no se conecta el transformador de encendido y no se abren las válvulas del combustible,
por consiguiente el quemador se para “bloqueándose”. Para ver si funciona correctamente el presóstato de aire, con el
quemador encendido sólo con la 1ª llama, hay que aumentar el valor de regulación hasta que intervenga, con la
consiguiente parada de “bloqueo” del quemador. Desbloquear el quemador presionando el botón correspondiente y
regular el presóstato a un valor suficiente para detectar la presión de aire existente durante la fase de preventilación.
PRESÓSTATOS DEL GAS
Los presóstatos de control de la presión del gas (mínima y máxima) tienen la finalidad de impedir el funcionamiento del
quemador cuando la presión del gas no esté comprendida entre los valores previstos.
Resulta evidente considerando la función específica de los presóstatos que, el presóstato de control de la presión
mínima tiene que utilizar el contacto que se encuentra cerrado cuando el presóstato detecta una presión superior a la
que ha sido regulado; el presóstato de máxima tiene que utilizar el contacto que se encuentra cerrado cuando el
presóstato detecta una presión inferior a la que ha sido regulado. La regulación de los presóstatos de mínima y máxima
presión del gas tiene que efectuarse en el momento de la prueba de ensayo del quemador en función de la presión que
se encuentra cada vez. Los presóstatos están conectados eléctricamente en serie, por lo tanto, cuando intervienen (es
decir cuando se abre el circuito) los presóstatos del gas no permite que se conecte la caja de control.
Puntualizamos que si interviene (si se abre el circuito) uno cualquiera de los presóstatos cuando el quemador está
funcionando (llama encendida) se para inmediatamente el quemador. Cuando se efectúa el ensayo del quemador hay
que verificar el funcionamiento correcto de los presóstatos. Operando con los órganos respectivos de regulación hay
que asegurarse si ha intervenido el presóstato (apertura del circuito) que tiene que hacer que se pare el quemador.