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• Las tapas de los quemadores y las parrillas de apoyo de recipientes:
Retírelos y límpielos con una esponja húmeda, ligeramente enjabonada o empapada de
un detergente líquido. No los sumerja en agua fría inmediatamente después de su
utilización, a fin de evitar que el choque térmico provoque la ruptura del esmalte.
No se aconseja emplear productos abrasivos, pues rayan el esmalte y le quitan el brillo.
•
El cabezal del quemador:
La tapa del quemador se apoya sobre el cabezal del quemador. Si las entalladuras del
cabezal de los quemadores están ennegrecidas, cepíllelos con agua jabonosa, enjuáguelos
y séquelos bien con un trapo limpio.
Cada quemador se apoya sobre un collarín ligeramente abombado para que, si hay
derramamientos, se produzcan lejos de la llama y de las zonas calientes, lo cual facilita
la limpieza.
•
Después de haber llevado a cabo la limpieza de cada elemento, es importante secarlo
correctamente y colocarlo otra vez en su posición inicial (cada pieza está indexada en
relación a su soporte). Hay que volver a montarlo todo a la perfección, pues una mala
colocación podría causar anomalías graves de funcionamiento y de combustión.
Atención: no deje que entre agua en el interior de los quemadores.
LOS MANDOS
•
Para una limpieza en profundidad, retire los mandos. Para quitarlos, tire de ellos hacia
arriba. Límpielos sólo con agua jabonosa, enjuáguelos y séquelos bien antes de volverlos
a colocar.
•
No intentar retirar los anillos de estanqueidad. Se fijan de origen, y no deben nunca
retirarse.
Parilla de apoyo
El cabezal del
quemador
Tapa del
quemador
EL QUEMADOR DE GAS