
3.
¡Pasar por debajo del arco al final del recorrido, puede ser
una recompensa después de haber pasado por encima!
B – Con un Podio
1.
Permita que los niños suban y bajen del Podio con toda
libertad. Observe sus «estrategias».
2.
Pida a algunos niños que muestren cómo trepan por la cara
con orificios y por tal o cual cara con barrotes.
3.
¿Existen varias posibilidades para pasar por el orificio?
4.
Taller de salto: el Podio es una plataforma ancha y estable
de media altura (59 cm), para practicar el salto de muy diversas
maneras.
Se recomienda encarecidamente colocar una alfombra de
recepción apropiada para la práctica sistemática del salto desde
este tipo de alturas.
C – Con una Polibase
1.
Haga que el niño sea consciente de que, según la cara que
vaya a utilizar, el espacio entre los barrotes cambia y va a tener
que colocar los pies de distinta manera (Imagen 6).
2.
La forma más segura de franquear la parte de arriba es
ascender, ponerse a horcajadas de medio lado, y luego girarse
hacia el aparato y descender.
3.
Nueva consigna: encadenar las acciones de trepar, franquear la
parte de arriba y descender, conservando la misma dirección de
desplazamiento. Este movimiento de piernas implica más riesgos.
D – Con dos Polibases
1.
Se colocan dos Polibases, una frente a otra (Imagen 7).
Según qué caras queden frente por frente, el tamaño del niño, la
habilidad de éste y la distancia entre las Polibases, para pasar de
una a otra el niño tendrá que colocar un pie en el suelo o no lo hará.
2.
Se colocan dos Polibases, una al lado de la otra (Imagen 8).
El avance lateral del niño requerirá la coordinación de pies / manos.
Si se colocan, una al lado de la otra, caras distintas de las
dos Polibases, el niño tendrá que aprender a desplazarse con
dos referencias a la vez: soportes a distintas alturas, agarres
manuales y pedestres irregulares.
E – Con una Torre
Por las caras con barrotes:
Trepar por una cara (la distancia entre peldaños es distinta),
franquear la parte superior, pasar por una cara contigua
desplazándose en lateral, volver a franquear la parte superior,
volverse a girar para descender por la otra cara con barrotes
(Imagen 9).
Por la cara tipo rocódromo:
Los asideros tienen volumen (para apoyar la punta o la planta
del pie) o consisten en huecos (para meter la punta del pie).
Se pueden seguir diversos caminos.
El adulto podrá dar consignas prohibiendo el uso de algunos
agarres, animar a trepar por la izquierda o por la derecha, o
invitar de cualquier otra manera al niño a modificar su estrategia
de escalada.
Se prohibirá que dos niños trepen simultáneamente o, en general,
que utilicen una misma cara de la Torre al mismo tiempo.
F – Con un o varios elementos estructurales
y piezas de enlace
En todos los recorridos, es importante dejar tiempo a los
niños para que prueben y tanteen, para que progresen en sus
habilidades.
Una primera etapa de descubrimiento consistirá en dar
consignas sencillas, como por ejemplo:
– trepar por la Polibase,
– caminar por el potro ligeramente inclinado,
– atravesar por la pasarela colgada.
Una segunda etapa de profundización permitirá introducir
consignas más precisas, como por ejemplo:
– en la pasarela: ponerse en cuclillas, sentarse, levantarse,
darse media vuelta…,
– en el tobogán: arrastrase, tirarse sirviéndose de los bordes,
– cruzarse con un compañero,
– cambiar de dirección a cada paso,
– cambiar de entrada de manera que se encadenen de distinta
manera las acciones motrices,
Ejemplos de uso con Polibases y Podio o ambos
Estas instalaciones ilustradas con dos Polibases también se
pueden realizar con dos Podios o con un Podio y una Polibase,
o con un Puentecito y una Polibase, en función de alturas y la
forma del recorrido que se desee.
Ejemplo de consignas (Imagen 10):
– Ir de un lado a otro, y luego en dirección contraria,
– Entrar en el recorrido en lateral por la pasarela;
– atreverse a sujetarse, anticiparse a la situación por resolver o
plantar el pie, ¿qué hacer?
– terminar a cuatro patas o levantarse,
– volverse a girar, y luego descender o deslizarse.
Con los niños más gorditos, el adulto debe tomar la precaución
de protegerles cuando accedan o desciendan en lateral.
Guardar el equilibrio en el potro (Imágenes 11 y 12):
Tras la etapa de descubrimiento del equilibrio (avance lateral
por el potro), trabajar esta habilidad mediante consignas más
precisas: caminar hacia delante, detenerse, caminar marcha
atrás, ponerse en cuclillas, levantarse, volverse a girar, pasar
lo más rápidamente posible, sentarse, franquear un obstáculo
colocado en medio, desplazarse guardando el equilibrio con los
ojos tapados, estabilizarse sobre un pie y luego sobre el otro,
Ejemplos de uso con Polibases
Colgarse – Voltearse.
– Avanzar por el potro «como un mono», con los brazos
extendidos sobre la cabeza.
– Avanzar tras colgarse de las manos y los pies alrededor del
potro (Imagen 13) o las barras paralelas (Imagen 14).
Estas situaciones cabeza abajo alteran las referencias visuales
habituales del niño: balancear el cuerpo sirve para pasar del
equilibrio al desequilibrio, y luego volver a equilibrarse. Al
procesar estos datos, el niño va aprendiendo a dominar el
equilibrio.
Enrollarse – Girar.
Ejercicio para realizar en el potro o en una barra (Imagen 15).
Sólo se puede hacer la voltereta si el soporte (el eje de rotación),
está a la altura del abdomen del niño, y no de su tórax.
– Poner la pelvis a la altura de la barra o el potro.
– Dejar caer el cuerpo apoyándose sobre el abdomen.
– Llevarse los talones a las nalgas para desequilibrarse.
– Atreverse a hacer una voltereta.
Es obligatorio proteger este ejercicio con una alfombra de suelo.
Ejemplos de uso con una Polibase y una Torre
Recorrido Imagen 16
Observa: trepa por las barras paralelas en pendiente,
equilibrándote sobre estos soportes estrechos con cuatro
apoyos: para avanzar, se suelta un solo apoyo por vez.
Recorrido Imagen 17
Observa: trepa en perpendicular por las barras paralelas: para
avanzar se pueden soltar al mismo tiempo los dos apoyos de
arriba.
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2.
La mayoría de los niños se gira en la cima para descender.
Evite sujetarlos cuando están dándose la vuelta. Sin embargo, el
adulto puede guiarles verbalmente para asegurarles los apoyos.