5. Levante el seguro del cartucho (fig. 2.2/1). Retire el cartucho del dispensador (fig. 2.2/2), y luego límpielo y desinféctelo
siguiendo las instrucciones proporcionadas por el fabricante del cartucho.
6. Con un destornillador Phillips, afloje los tornillos de los dos discos que sujetan la cremallera (fig. 2.3).
7. Después de retirar los dos discos, accione la palanca negra (fig. 2.4/1) y extraiga la cremallera en la dirección que
muestra la flecha (fig. 2.4/2).
8. Vuelva a colocar los discos en la cremallera utilizando los tornillos retirados anteriormente (fig. 2.5).
9. Ahora el dispensador está desmontado (fig. 2.6) y listo para su limpieza, desinfección y esterilización (consulte las
secciones 6.2.2, 6.2.3 y 6.2.4).
6.2.2 LIMPIEZA MANUAL
1. LIMPIEZA DE LAS SUPERFICIES DE LA CREMALLERA (componente B en las fig. 1.4 y 2.6):
1.a Con una toallita no tejida presaturada con la solución de alcohol isopropílico (<20%) y sales de amonio cuaternario
(<0,3%) (por ejemplo, CaviWipes®), limpie
todas las superficies de la cremallera durante 30 segundos.
Utilice
más toallitas si aún quedan restos de suciedad.
1.b Cepille todas las superficies de la cremallera durante
30 segundos
utilizando un cepillo de cerdas suaves (por ejem-
plo, un cepillo de dientes) para eliminar cualquier resto de suciedad. Si es necesario, continúe cepillando hasta que
no quede ningún rastro de suciedad.
1.c Limpie todas las superficies de la cremallera al menos
dos
(2)
veces
para eliminar todos los restos de detergente, con
una toallita limpia, no deshilachada y humedecida (mojada pero sin gotear) con agua purificada. Utilice más toallitas
húmedas y limpias si es necesario.
2. LIMPIEZA DE LOS HUECOS DE LA CREMALLERA (componente A en las fig. 1.4 y 2.6):
2.a Con una toallita no tejida presaturada con la solución de alcohol isopropílico (<20%) y sales de amonio cuaternario
(<0,3%) (por ejemplo, CaviWipes®), limpie
todos los huecos de la cremallera
durante
30 segundos
, pasando la
toallita de un lado a otro a través de ellos. Utilice más toallitas si aún quedan restos de suciedad.
2.b Cepille todos los huecos de la cremallera durante
30
segundos
utilizando un cepillo de cerdas suaves (por ejemplo,
un cepillo de dientes) para eliminar cualquier resto de suciedad. Si es necesario, continúe cepillando hasta que no
quede ningún rastro de suciedad.
2.c Limpie todos los huecos de la cremallera al menos
dos (2) veces
para eliminar todos los restos de detergente, con
una toallita limpia, no deshilachada y humedecida (mojada pero sin gotear) con agua purificada. Utilice más toallitas
húmedas y limpias si es necesario.
3. LIMPIEZA DE LAS SUPERFICIES DEL DISPENSADOR (componente B en las fig. 1.4 y 2.6):
3.a Con una toallita no tejida presaturada con la solución de alcohol isopropílico (<20%) y sales de amonio cuaternario
(<0,3%) (por ejemplo, CaviWipes®), limpie
todas las superficies del dispensador
durante
30 segundos.
Utilice
más toallitas si aún quedan restos de suciedad.
3.b Cepille todas las superficies del dispensador durante
2
minutos
y
30 segundos
utilizando un cepillo de cerdas suaves
(por ejemplo, un cepillo de dientes) para eliminar cualquier resto de suciedad. Si es necesario, continúe cepillando
hasta que no quede ningún rastro de suciedad.
3.c Limpie todas las superficies del dispensador al menos
dos
(2)
veces
para eliminar todos los restos de detergente, con
una toallita limpia, no deshilachada y humedecida (mojada pero sin gotear) con agua purificada. Utilice más toallitas
húmedas y limpias si es necesario.
4. LIMPIEZA DE LOS HUECOS DEL DISPENSADOR (componente B en las fig. 1.4 y 2.6):
4.a Con una toallita no tejida presaturada con la solución de alcohol isopropílico (<20%) y sales de amonio cuaternario
(<0,3%) (por ejemplo, CaviWipes®), limpie
todos
los
huecos
que tiene
el
dispensador, pasando la toallita de
un lado a otro a través de ellos hasta la parte que sujeta la cremallera durante 30
segundos
. Utilice más
toallitas si aún quedan restos de suciedad.
4.b Cepille todos los huecos de la cremallera durante
30
segundos
utilizando un cepillo de cerdas suaves (por ejemplo,
un cepillo de dientes) para eliminar cualquier resto de suciedad. Si es necesario, continúe cepillando hasta que no
quede ningún rastro de suciedad.