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4. Sube la fuerza de la placa al máximo y remueve el aceite de vez en cuando con una cuchara o espátula
de madera. Al cabo de un rato, aparecerán manchas oscuras en el fondo de la sartén y se formará la
pátina típica de las sartenes de hierro forjado.
5. Vacía la sartén y déjala enfriar lentamente. Enjuaga la sartén con agua caliente y retira con cuidado
los posibles restos de fritura. A continuación, seca bien la sartén y frótala con una fina capa de crema
de mantenimiento Petromax para hierro fundido y forjado (o bien con un aceite o una grasa vegetal
neutros y aptos para altas temperaturas). La sartén está ahora lista para su uso.
Limpia la sartén con agua caliente después de cada uso. Luego sécala bien y engrásala antes de guardarla.
Nunca utilices aceite de oliva para tal fin, ya que este no puede calentarse tanto como otras grasas.
Instrucciones de uso y mantenimiento
• Procura que la placa de cocción tenga el tamaño adecuado. La placa de cocción no debe ser mayor
que la base de la sartén. El calor solo se distribuirá de forma homogénea si el tamaño de la base de la
sartén coincide con el de la placa de cocción.
• Calienta la sartén y el aceite siempre lentamente, para que el material tenga suficiente tiempo de
expandirse.
• Nunca calientes la sartén vacía.
• Para freír, necesitarás al principio algo más de aceite que en una sartén antiadherente. Cuanto más
se utilice la sartén y más se oscurezca, menos aceite necesitará.
• Nunca laves la sartén en el lavaplatos o con lavavajillas. Basta con que, tras cada uso, enjuagues la
sartén con agua caliente, la seques bien y, a continuación, la frotes con una fina capa de crema de
mantenimiento Petromax.
• No prepares nunca alimentos ácidos en tu sartén de hierro forjado, tales como salsa de tomate o platos
con zumo de limón y vino.
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