Aplique a las ruedas tan sólo la potencia suficiente para subir la cuesta.
Usar demasiada potencia puede hacer que las llantas resbalen, giren
velozmente o pierdan tracción, resultando en la pérdida del control del
vehículo.
Descienda la cuesta en la misma
velocidad que usaría para subirla, a
fin de evitar el uso excesivo y el
sobrecalentamiento de los frenos.
No descienda en neutral; desactive
la sobremarcha o cambie
manualmente a una velocidad
inferior. Cuando descienda una
cuesta empinada, evite el frenado
brusco ya que puede perder el
control. Si lo hace, las ruedas
delanteras no podrán girar y, si no lo
hacen, usted no podrá maniobrar. Las ruedas delanteras tienen que girar
para poder maniobrar el vehículo. El bombeo rápido del pedal del freno
le ayudará a disminuir la velocidad del vehículo y seguir manteniendo el
control de la dirección.
Si su vehículo tiene frenos antibloqueo, aplíquelos uniformemente. No
“bombee” los frenos.
Manejo sobre nieve y hielo
Los vehículos con tracción en las cuatro ruedas tienen ventajas sobre los
vehículos con tracción en dos ruedas en la nieve y el hielo, pero pueden
resbalar como cualquier otro vehículo.
Si comienza a resbalarse al manejar en caminos con nieve o hielo, gire el
volante en la dirección del deslizamiento hasta que retome el control.
Evite las aplicaciones de potencia repentinas y los cambios rápidos de
dirección en nieve y en hielo. Pise el acelerador en forma lenta y
uniforme cuando ponga el vehículo en movimiento después de haberse
detenido por completo.
Evite también el frenado brusco. A pesar de que los vehículos con
tracción en las cuatro ruedas pueden acelerar mejor que los de tracción
en dos ruedas sobre nieve y hielo, éstos no frenan más rápido, ya que al
igual que otros vehículos, el frenado se produce en las cuatro ruedas. No
se confíe de las condiciones del camino.
Manejo
357
2010 Expedition
(exd)
Owners Guide, 1st Printing
USA
(fus)