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Pluton Rev.1.0
19.0 Ajuste del reposabrazos
Cómo ajustar la altura de los reposabrazos
• (A) muestra el pomo que se utiliza para ajustar la
altura de los reposabrazos, y también la altura de la
bandeja.
• Tire del pomo (A) hacia afuera del reposabrazos y,
mientras mantiene la palanca abierta, deslice el
reposabrazos hacia arriba o abajo, y seleccione uno
de los orificios que se ven al levantar el reposabrazos
de su posición más baja.
• Una vez alcanzada la posición deseada, fije el
reposabrazos soltando la palanca y comprobando que
queda en su posición inicial.
Cómo ajustar el ángulo de los reposabrazos
• Para ajustar el ángulo de la parte superior del
reposabrazos, debe aflojar el pomo roscado de
seguridad (B) girando un par de vueltas en el sentido
contrario a las agujas del reloj.
• Una vez aflojado, puede reposicionarlo presionando
hacia abajo en el pomo roscado mientras modifica el
ángulo con la otra mano.
• Cuando haya obtenido la posición deseada, suelte el
pomo roscado y fíjelo, girando en el sentido de las
agujas del reloj hasta ajustarlo totalmente.
¡PRECAUCIÓN!
El pomo (A) tendría que poder sacarse fácilmente; si
experimentase resistencia, compruebe que nada esté
ejerciendo peso sobre el reposabrazos.
Retirar los reposabrazos
(para facilitar las transferencias laterales)
• Para retirar los reposabrazos por completo, tire del
pomo (C) hacia fuera y sosténgalo en esa posición
con una mano. Utilice la otra mano para levantar el
reposabrazos hacia arriba hasta separarlo del
asiento.
• Para volver a colocarlo, realice la operación a la
inversa, bajando el reposabrazos hacia la pletina de
fijación (D) manteniendo el pomo abierto para que el
sistema encaje completamente antes de liberar el
pomo y fijar el reposabrazos.
¡ADVERTENCIA!
Compruebe siempre que los reposabrazos estén seguros
antes de utilizar la silla.
¡PRECAUCIÓN!
Ángulo superior del reposabrazos: también puede
reposicionar la parte superior del reposabrazos sin usar
el pomo roscado, pero esto podría reducir la vida útil del
mecanismo de bloqueo por lo que no lo recomendamos.
Fig. 19.1
C
A
B
Fig. 19.2
D
