Información de salud y seguridad 91
Los daños al oído ocurren cuando una persona se expone a sonidos
fuertes con el transcurso del tiempo. El riesgo de la pérdida de la
audición aumenta a medida que el sonido se escucha a un volumen más
fuerte y durante períodos más largos. La exposición prolongada a
sonidos fuertes (incluyendo la música) es la causa más común de la
pérdida de la audición que puede prevenirse. Algunas investigaciones
científicas sugieren que el uso de dispositivos de audio portátiles, como
los reproductores de música portátiles y los teléfonos celulares, a
volumen alto durante largos períodos de tiempo puede conducir a la
pérdida permanente de la audición inducida por el ruido. Esto incluye el
uso de audífonos (incluyendo los juegos audífono-micrófono, auriculares
y Bluetooth u otros dispositivos inalámbricos). La exposición a sonidos
muy fuertes también ha sido asociada en algunos estudios con los
acúfenos (un zumbido en el oído), hipersensibilidad al sonido y audición
distorsionada.
La susceptibilidad individual a la pérdida de la audición inducida por el
ruido y a un posible problema del oído varía en cada circunstancia.
Además, la cantidad de sonido producida por un dispositivo de audio
portátil varía dependiendo de la naturaleza del sonido, los parámetros
del dispositivo y los audífonos que se utilicen. Como resultado, no existe
un ajuste de volumen en particular que sea apropiado para todos o para
cada combinación de sonido, ajustes y equipo.
Debe seguir algunas recomendaciones de sentido común al usar
cualquier dispositivo de audio portátil:
•
Ajuste el volumen en un ambiente tranquilo y seleccione el volumen más
bajo en el que pueda escuchar adecuadamente.
•
Al usar audífonos, baje el volumen si no puede escuchar a las personas que
están hablando cerca de usted o si la persona sentada junto a usted puede
oír lo que usted está escuchando.