Philips HB811, Руководство пользователя

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La distancia de bronceado no debe ser inferior a 65 cm.
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No broncee una misma parte del cuerpo más de una vez al día.
Evite la exposición excesiva a la luz solar natural durante el mismo
día.
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No utilice el aparato si tiene alguna enfermedad y/o si toma
medicación o utiliza cosméticos que puedan aumentar la
sensibilidad de la piel. En caso de duda, consulte a su médico.
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Consulte a su médico si le aparecen úlceras, lunares o bultos
persistentes en la piel.
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Durante la sesión de bronceado, utilice siempre las gafas
protectoras que se proporcionan junto con el aparato para
proteger los ojos de la dosis excesiva de luz visible, ultravioleta e
infrarroja (véase también el capítulo 'Los rayos UV, el bronceado y
su salud')
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Antes de una sesión de bronceado, quítese las cremas, lápiz de
labios y otros cosméticos.
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No utilice filtros solares o aceleradores del bronceado.
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Si nota su piel tirante después de una sesión de bronceado, puede
aplicarse una crema hidratante.
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No utilice el aparato si falta algún filtro UV o si está estropeado o
roto o si el temporizador está defectuoso.
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Al estar en funcionamiento, los filtros UV se calientan mucho. No
los toque.
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Los colores pueden perder intensidad con la luz del sol. Puede
ocurrir lo mismo al utilizar este aparato.
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No espere que el Solarium produzca mejores resultados que el sol
natural.
Los rayos UV, el bronceado y su salud
Al igual que ocurre con la luz solar natural, el proceso de bronceado
lleva su tiempo. Los primeros efectos sólo serán visibles tras unas pocas
sesiones (véase el capítulo: 'Sesiones de bronceado con rayos UV:
frecuencia y duración')
La exposición excesiva a los rayos ultravioleta (ya sean de luz solar
natural o de luz artificial del solarium) puede provocar quemaduras.
Además de otros factores, como la exposición prolongada a la luz solar,
el uso excesivo e incorrecto de este aparato puede aumentar el riesgo
de padecer enfermedades de la piel y de los ojos. La medida en que
esto pueda ocurrir viene determinada, por un lado, por la naturaleza,
intensidad y duración de la radiación y, por otro, por la sensibilidad de
la persona.
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