• Restos de suciedad o de alimentos en la vajilla
Puede ser debido a:
– El filtro de lavado está colocado incorrectamente, sucio u obstruido.
– Los orificios de los aspersores están sucios o los aspersores están
bloqueados con alguna pieza de la vajilla.
– El detergente no es el adecuado o es insuficiente.
– La vajilla no está colocada correctamente. Hay piezas en contacto con otras.
– Hay un exceso de carga en los cestillos.
– El programa de lavado no es el adecuado.
– El desagüe está bloqueado.
– Las piezas tienen restos de comida excesivamente resecos.
• La vajilla queda blanca
Puede ser debido a:
– Insuficiente detergente o abrillantador.
– El tapón del depósito de sal está mal cerrado.
– El depósito de la sal no tiene agua ni sal.
– El descalcificador no está ajustado correctamente según la dureza del agua.
– Se ha empleado un detergente libre de fosfato. Realizar una prueba con
detergente con fosfato.
• La vajilla no queda seca
Puede ser debido a:
– Falta abrillantador.
– La regulación del abrillantador no es adecuada.
– La vajilla está mal colocada.
– Se ha retirado demasiado pronto la vajilla.
– El programa de lavado no es el adecuado.
• El vidrio o el cristal queda con aspecto lechoso o con arañazos
Puede ser debido a:
– Las piezas no son aptas para lavavajillas.
– El detergente no es el adecuado.
• El vidrio o el cristal queda con aspecto opaco
– El abrillantador es insuficiente.
• En los vasos y cubiertos hay velos y los vasos presentan un aspecto metálico
– Dosificación excesiva de abrillantador.
• Las piezas de acero inoxidable o de acero fino tienen manchas
Puede ser debido a:
– Las piezas no son aptas para lavavajillas.
– La vajilla no está bien colocada.
– Se ha utilizado demasiado detergente.
– Acero de baja calidad.
– Hay un exceso de sal en el agua de lavado. Cierre correctamente la tapa
del depósito de sal.
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PROBLEMAS CON LA EFICACIA DE LAVADO