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Control electrónico de la llama y
reignición automática
Para garantizar su seguridad, la placa de cocción
incorpora un sistema de control electrónico de la llama.
En el caso de que la llama se apague (p. ej. debido a
una corriente de aire), el aparato vuelve a encender el
quemador de forma automática.
Si la reignición no se produce (p. ej. debido a que el
quemador está sucio por restos de líquidos
derramados) transcurridos 10 s, el aparato desconecta
el suministro de gas y suena una señal acústica.
Girar el mando de control a la posición 0 y esperar a
que el aparato se haya enfriado. A continuación,
comprobar si todos los componentes del quemador
están colocados correctamente. Comprobar si el
quemador o el electrodo presentan suciedad (consultar
«Averías: ¿Qué hacer?»)).
Cuando coloque el aparato frío a la intensidad de
llama máxima, tener en cuenta lo siguiente:
En función del tipo y la presión del gas, es posible que
el electrodo se conecte y se vuelva a desconectar a
pesar de que haya llama. Girar el mando de control
hasta la posición 0 y, después, hasta la posición de
intensidad de llama mínima. Tras el encendido, esperar
entre 30 y 60 segundos, hasta que el quemador se haya
calentado. Ahora se podrá usar el aparato de la forma
habitual.
Apagar
Gire la palanca de mando hacia la derecha hasta el tope
a la posición 0. La eléctronica del aparato cierra el
suministro del gas.
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¡Peligro de quemaduras!
Si la tapa del aparato está puesta se producirá una
acumulación de calor. Poner la tapa una vez el aparato
esté frío. No encender nunca el aparato con la tapa
puesta. No utilizar la tapa del aparato para conservar
caliente o colocar objetos sobre ella.
Desconexión de seguridad
Para su protección el aparato va dotado con una
desconexión de seguridad. El aparato se desconecta
transcurrido 6 horas si no se usa ningún mando durante
este tiempo.
Incluso después de un fallo de corriente permanece
desconectado el elemento calefactor. Suena una señal
acústica permanente.
Gire la maneta de mando a 0. Ahora, el aparato se
puede volver a encender de la manera habitual.