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INTRODUCCIÓN
¿Para qué se utilizan los sistemas de compresor-nebulizador?
A las personas que sufren problemas respiratorios, como son el asma, la enfermedad
pulmonar obstructiva crónica (COPD) o fibrosis quística se les prescriben medicamentos
para disminuir al mínimo o controlar los síntomas de la enfermedad. Los sistemas de
compresor-nebulizador ayudan a que los medicamentos prescritos lleguen a los pulmones.
Para maximizar los beneficios, estos medicamentos y los sistemas de compresor-nebulizador
deben usarse de acuerdo a las indicaciones de un médico. Los sistemas de compresor-
nebulizador pueden prescribirse para uso diario o periódico según se presenten los
síntomas, por ejemplo, durante la primavera cuando por lo general se presentan problemas
como la fiebre del heno o las alergias.
¿Cómo funciona un compresor-nebulizador?
La mayoría de los medicamentos que se usan con un sistema de compresor-nebulizador se
elaboran en una fórmula líquida. El medicamento líquido se coloca en la ÅgcopaÅh del
nebulizador (consulte esta Guía de Instrucciones que contiene información adicional sobre el
uso adecuado de un nebulizador). El compresor, que se encuentra conectado al nebulizador
mediante tubos flexibles, genera una presión y flujo de aire específicos que activan al
nebulizador. El aire a presión producido por el compresor activa la función del nebulizador
para transformar al medicamento líquido en una neblina extremadamente fina. Esta fina
neblina que frecuentemente se denomina nube de aerosol, es impulsada fuera del
nebulizador e inhalada en los pulmones en donde el medicamento puede ser absorbido
fácilmente. Consulte la receta que contiene los detalles sobre la cantidad de medicamento
líquido que debe verterse en el nebulizador. Si tiene preguntas acerca del medicamento o su
uso, comuníquese con su médico o farmaceuta.
¿Cómo debo administrar el tratamiento?
Un nebulizador es el método óptimo para administrar el medicamento a los pulmones. Sin
embargo, a algunos usuarios puede serles difícil usarlo, especialmente a los niños muy
pequeños. En este caso particular debe usarse una mascarilla de aerosol. Para asegurarse de
usar la mascarilla adecuada, consulte a su médico o proveedor de cuidados médicos en casa.
El aspecto más importante de administrar el tratamiento es el ritmo de respiración del
paciente al inhalar la neblina del medicamento.
La respiración debe ser lenta y profunda, debe realizarse el mejor esfuerzo posible por
sentarse erguido y aspirar profundamente.
Una regla general es intentar aspirar tan profundamente hasta que sienta que los pulmones
están completamente llenos de aire y que es imposible inhalar más aire.
De ser posible, retenga la respiración a menos que su médico le indique lo contrario y luego
exhale lentamente a través de la pieza bucal del nebulizador o la mascarilla. Retener la
respiración después de inhalar el medicamento permite una absorción óptima del mismo en
los pulmones.
Repita este ritmo de respiración durante todo el tratamiento.
El tratamiento puede durar desde 5 hasta 20 minutos, dependiendo de la cantidad de
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