Limpieza y Mantenimiento
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El filtro purificador incluido con el equipo
(según modelos) deberá ser instalado
por el usuario (Ver apartado “Instalación
filtro purificador”).
Dicho filtro, garantiza una mayor calidad
de filtrado del aire que se recircula por la
habitación a través de su equipo.
La presencia del filtro purificador puede
reducir ligeramente la capacidad
frigorífica del equipo. En especial, si se
encuentra saturado o degenerado, por lo
que se recomienda su verificación y
sustitución al menos una vez al año.
(Estos accesorios podrán ser adquiridos
en el Servicio Oficial del Fabricante o en
distribuidores autorizados). Ver apartado
"Descripción de los accesorios".
Instalación del filtro purificador
• Comprobar que el filtro purificador está
colocado en el posicionador, en caso
contrario instálelo como se indica en la
Fig 32
Limpieza del equipo
•
Por seguridad, antes de limpiar el equipo
es recomendable desenchufar el equipo
de la red eléctrica.
•
El equipo se puede limpiar con un paño
o esponja, agua tibia y un detergente
suave.
•
Nunca use agua caliente (a más de
40°C), lejía, gasolina, ácidos, estropajos,
cepillos, o detergentes abrasivos y evite
la entrada de agua en el equipo.
•
No limpie el equipo con una manguera
de agua ni aire a presión.
Limpieza y cambio de filtros
purificadores
Para abrir la puerta frontal de la unidad (no
es necesario quitarla) basta con presionar
los clips laterales de la misma, (
Fig. 29, 1
)
y tirar hacia delante. (
Fig. 29, 2
.). La
puerta dispone de un tope hasta el cual se
abre sin peligro de caerse.
Todos los modelos disponen de un filtro
base de aire que es necesario limpiar con
el paso del tiempo,
Fig. 30
. Para ello sólo
es necesario presionar el clip situado en la
parte superior y sacarlo de su alojamiento,
Fig. 31
. Para lavarlo basta con pasarlo por
agua corriente, secarlo y volverlo a instalar.
Filtro base
lavable
Fig. 29
Fig. 30
Fig. 31
¡Atención!
No introduzca el filtro base en el
lavavajillas. El material plástico que lo
compone no es adecuado para
lavavajillas y no resiste las altas
temperaturas de los programas de
lavado. Acabaría deformándose e
incluso rompiéndose.
Fig. 32