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NORMAS DE SEGURIDAD PARA LIJADORAS
Utilice abrazaderas u otra manera práctica de soportar la pieza de trabajo y sujetarla a
una plataforma estable. Si la pieza de trabajo se sujeta con la mano o contra el cuerpo, dicha
pieza es instable y es posible que cause pérdida de control.
Su herramienta está equipada con una bolsa extractora de polvo –vacíela
frecuentemente después de completar el lijado y antes de almacenar la lijadora–. Tenga
mucho cuidado al desechar el polvo –es posible que los materiales en forma de partículas
finas sean explosivos–. No arroje el polvo generado por el lijado a un fuego al descubierto. Se
puede producir combustión de la mezcla de barnices, lacas, poliuretano, aceite o agua con
partículas de polvo si hay una descarga de electricidad estática, si se introduce una chispa en
la bolsa o si hay calor excesivo.
Use siempre protección ocular y una máscara antipolvo para las aplicaciones que
generen grandes cantidades de polvo y cuando lije por encima de la cabeza. Las
partículas generadas por el lijado pueden ser absorbidas por los ojos e inhaladas fácilmente, y
es posible que causen complicaciones de salud.
No lije materiales mojados con esta lijadora. La entrada de líquidos en la carcasa del motor
constituye un peligro de descargas eléctricas.
No utilice papel de lija diseñado para almohadillas de lijar más grandes. El papel
de lija más grande sobresaldrá de la almohadilla de lijar, con lo cual causará enganche,
desgarramiento del papel o retroceso. El papel extra que sobresalga de la almohadilla de lijar
también puede causar laceraciones graves.
Mantenga los mangos secos, limpios y libres de aceite y grasa. Las manos resbalosas no
pueden controlar la herramienta eléctrica de manera segura.
Desarrolle un programa de mantenimiento periódico para su herramienta. Cuando
limpie una herramienta, tenga cuidado de no desarmar ninguna parte de la misma, ya
que es posible que los cables internos queden descolocados o resulten aplastados. Es
posible que ciertos agentes de limpieza, tales como gasolina, tetracloruro de carbono,
amoníaco, etc., dañen las piezas de plástico.