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NORMAS PARA LA UTILIZACIÓN
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En caso de avería y/o de mal funcionamiento de la caldera, hay que desactivarla, sin intentar repararla
ni intervenir directamente. Si fuera necesario efectuar reparaciones, habría que hacerlas en un centro de
asistencia “LAMBORGHINI SERVICE” autorizado por el fabricante, utilizando únicamente repuestos
originales. El no respetar todo lo que acabamos de mencionar puede comprometer la seguridad de la
caldera. Para garantizar la eficacia de la caldera y para su correcto funcionamiento, es indispensable
atenerse a las indicaciones del fabricante, sin olvidar que el mantenimiento periódico de la caldera lo
tiene que realizar el personal profesionalmente cualificado.
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Controlen la presión hídrica de la instalación en el hidrómetro la primera vez que se encienda y luego
periódicamente, así como que la indicación que nos da con la instalación fría esté dentro de los límites
establecidos por el fabricante; en caso de que se localicen disminuciones de presión hay que ponerse en
contacto con el personal cualificado.
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Cada vez que se abra el grifo del gas hay que esperar unos minutos antes de volver a encender la caldera.
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No hay que dejar nunca conectada la caldera si no se va a utilizar por largos periodos de tiempo: en
estos casos hay que desconectar las redes de alimentación del gas, eléctrica, e hídrica mediante los
correspondientes grifos e interruptores.
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Si se decidiera no utilizar más la caldera, habría que hacer que sean inocuas las partes que podrían
convertirse en fuentes de peligro.
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Si se decidiera desactivar definitivamente la caldera habría que hacer que se encargase de ello el
personal cualificado, asegurándose de que se haya desconectado de todas las redes de alimentación.
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Para alimentar eléctricamente la caldera no está permitido usar adaptadores, tomas múltiples o cables
de prolongación. Utilicen un interruptor como indican las normas vigentes de seguridad.
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El uso de aparatos que utilizan la energía eléctrica comporta el cumplimiento de ciertas reglas
fundamentales, como por ejemplo:
a)
no tocar la caldera con partes del cuerpo mojadas o con los pies descalzos;
b)
no tirar de los cables eléctricos;
c)
proteger el aparato de los agentes atmosféricos;
d)
no permitir que usen la caldera los niños ni las personas inexpertas.
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Si hay que hacer obras cerca del conducto de humos apaguen la caldera: una vez que las obras se
hayan terminado el personal cualificado tendrá que comprobar que la salida de humos tire bien.
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Si se advierte olor de gas no hay que accionar los interruptores eléctricos. Abran puertas y ventanas.
Cierren los grifos del gas y llamen al personal cualificado.