Mantenimiento
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La buena calidad continua de su banjo depende de sus esfuerzos diarios para
mantenerlo. Es mejor desarrollar una rutina cada vez que guarde su banjo.
Mantenimiento diario
Limpie las huellas digitales y las manchas de las partes metálicas con un paño de
limpieza o un trapo de algodón limpio, luego pase el paño hacia arriba y hacia abajo
por las cuerdas y el diapasón. Si no limpia las partes metálicas, el ácido de su piel
reaccionará con el metal y lo empañará o corroerá con el tiempo. Mantenga un paño
limpio en el estuche.
Retire el capo, si usó uno. La presión del capo contra la parte posterior del cuello
durante largos períodos eventualmente estropeará el acabado.
Coloque su banjo en la caja con cuidado para que no golpee la quinta clavija. Las
clavijas de quinta cuerda generalmente se instalan de tal manera que se puedan
quitar para el mantenimiento y, si se topan, la clavija puede caerse.
Mantenimiento periódico
La limpieza de las piezas de madera y metal debe limpiarse y pulirse cada tres o seis
meses o con mayor frecuencia si es necesario para que su banjo se vea lo mejor
posible.
Los cambios de temperatura y humedad, cómo se almacena el banjo y cuánto se
toca afectarían las cuerdas, así como la configuración original del banjo. Es una
buena idea verificar la configuración regularmente dos veces al año.
Si nota que le salen ranuras en el diapasón, una posible causa es jugar con las uñas
largas. Mantenga cortadas las uñas de la mano que se está pegando. Si nota surcos
en sus trastes, esto es un desgaste normal, sin embargo, si ocurre dentro de un año,
puede presionar más fuerte de lo necesario cuando se frota el cuello y podría estar
creando más desgaste de lo normal. Intenta usar un toque más ligero.
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