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3 DESCRIPCIÓN DEL FUNCIONAMIENTO
3.1 Información general sobre la calidad del aire en espacios
cerrados
Las partículas finas, los gases nocivos y los aerosoles con patógenos presentes en el aire son
perjudiciales para la salud de las personas.
Pasamos más del 90 % de nuestro tiempo en espacios interiores. Aquí, las concentraciones de
partículas finas, ozono o compuestos orgánicos volátiles (COV) pueden ser hasta cinco veces más altas
que al aire libre.
Especialmente ahora, en tiempos de pandemia vírica, la calidad del aire que nos rodea cobra más
importancia que nunca. Solo con exhalar y hablar, una persona expulsa al aire ambiente miles de
aerosoles (partículas de saliva de tamaño diminuto). Estas partículas son invisibles al ojo humano,
pueden recorrer de 1,5 a 2,0 m dependiendo de las condiciones ambientales y, a veces, pueden
permanecer varias horas suspendidas en el aire. Las personas infectadas con un virus que se propaga
mediante gotículas respiratorias emiten el virus al aire que respiran a través de estas minúsculas
partículas. Si otra persona respira aerosoles infecciosos, los virus pueden llegar a sus pulmones a través
de las vías respiratorias y provocar una infección. Por lo tanto, bajar la concentración de aerosoles con
patógenos en los espacios interiores es esencial para reducir las tasas de infección.
La transmisión de virus a través del aire ambiente suele deberse a una renovación insuficiente del aire.
Este es el motivo por el que ventilar los espacios a intervalos regulares es una de las medidas que se
recomiendan por su gran eficacia para reducir la tasa de infecciones. Si el aire interior se renueva con
frecuencia con aire fresco, disminuye la concentración de gases nocivos (p. ej., el dióxido de carbono
que exhalamos al respirar) y, si hay personas infectadas, también disminuye la concentración de
aerosoles cargados de virus.
Sin embargo, a veces no es posible mantener una ventilación adecuada porque las ventanas no se
pueden abrir o son demasiado pequeñas. Además, con demasiada frecuencia, simplemente nos
olvidamos de ventilar. Por eso es recomendable reforzar la renovación del aire con sistemas de
filtración profesionales.
El purificador de aire para interiores OurAir TK 850 es la solución ideal.
Descripción del funcionamiento
Descripción del funcionamiento
3.2 Descripción del proceso de purificación
La unidad OurAir TK 850 de MANN+HUMMEL es un sistema purificador de aire muy versátil para
espacios interiores equipado con un prefiltro (ePM10 80 %) y un filtro principal HEPA (H14). Esta
combinación de filtros permite una retención fiable de más del 99,995 % de todas las partículas y
aerosoles del aire ambiente (partículas finas, virus, bacterias y otros microorganismos incluidos). En los
modelos equipados con lámparas UV-C*, las lámparas irradian el filtro HEPA con luz ultravioleta C a
intervalos regulares para neutralizar los patógenos atrapados en él, como virus y bacterias, e impedir su
proliferación.
La unidad portátil OurAir TK 850 está prevista para utilizarse en espacios de hasta 70 m² con una tasa
de renovación del aire de cinco veces por hora. Se puede colocar fácilmente en cualquier lugar de la
sala. Esto le permitirá utilizar con eficacia varios aparatos en espacios que tengan un tamaño nominal
de más de 70 m².
Ilustr. 2: Representación esquemática del proceso de purificación
En este esquema se muestra el proceso de filtración que tiene lugar en el interior del purificador de aire
OurAir:
1. El ventilador (D) aspira el aire ambiente contaminado (A) y lo hace pasar a través del prefiltro (B).
2. El prefiltro (B) filtra las impurezas más gruesas presentes en el aire. Opcionalmente se puede utilizar
un filtro de carbón activo para eliminar también olores desagradables y gases nocivos.
3. A continuación, el ventilador (D) hace que el aire prefiltrado (C) pase junto a las lámparas UV-C* (E)
y atraviese el filtro HEPA (F), que filtra al menos el 99,995 % de las sustancias presentes en
aerosoles, incluidos los agentes patógenos (por ejemplo, bacterias y virus).
4. En los modelos equipados con lámparas UV-C, las lámparas* (E) inactivan de forma fiable y a
intervalos regulares los patógenos que han quedado atrapados en el filtro HEPA (F).
5. Al final del proceso de filtración, el purificador OurAir expulsa el aire filtrado (G) de nuevo a la sala.
* Válido para modelos con lámparas UV integradas
A
B
C
D
E*
F
G