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mantenimiento y
limpieza
Este producto está realizado con materiales de alta
calidad muy resistentes. Con un mantenimiento adecuado
podrás disfrutarlo durante años. Sin embargo, la suciedad
y el mal uso pueden dañarlo. Por ello debes mantener el
producto limpio.
METAL (ESTRUCTURA)
Para una buena conservación de las piezas fabricadas
en acero, es conveniente realizar un mantenimiento
periódico.
Para una máxima resistencia a la corrosión, la superficie
del acero debe mantenerse siempre limpia. Este mante-
nimiento deberá adaptarse a las condiciones ambientales
a las que se encuentre sometido tu producto (polvo,
suciedad, humedad en combinación con calor, ambientes
salinos o potencialmente corrosivos, etc....). Esto puede
variar de una vez a cuatro veces al mes en ambientes nor-
males o puede ser una vez al día en caso de situaciones
muy agresivas.
Debes ser tú mismo quien ajuste y valore la periodicidad
del mantenimiento en función de cómo reaccione el mate-
rial, acortándola o alargándola para conseguir un correcto
cuidado del producto. En cualquier caso, te recomendamos
realizar una limpieza al menos una vez por semana, como
punto de partida.
Sigue estas sencillas instrucciones para mantener el
producto en buenas condiciones:
• Para la limpieza tanto del acero como del acero inoxida-
ble, usa únicamente un trapo bañado en agua tibia y jabón
suave. No uses nunca jabones o detergentes abrasivos ya
que podrían dejar rasguños o decoloraciones.
• Frota suavemente con el paño húmedo. Enjuaga y
escurre el paño frecuentemente, para mantenerlo húmedo.
Asegúrate de enjuagar bien y secar con otro trapo.
• Si la superficie es satinada, el movimiento del lavado
deberá ser paralelo a la dirección del satinado, así evitarás
el rayado de las superficies por el polvo. En las superficies
pulidas debes eliminar previamente el polvo para evitar el
rayado de la superficie.
• Si por accidente cae o se derrama algún líquido,
limpia las manchas lo más rápido posible.
• Si con un trapo húmedo no consigues eliminar las
manchas, aplica un limpiador de metales sobre la
superficie con un trapo. Lee las instrucciones del
limpiador atentamente y pruébalo primero en un lugar
poco visible. Asegúrate de enjuagar bien y secar con
otro trapo.
Cuando el producto esté extremadamente sucio, con
manchas, incrustaciones o muestras de decoloración
superficial debido a largos períodos sin mantenimiento
o un mal mantenimiento, te recomendamos contactar
con profesionales para intentar recuperar el aspecto
inicial de la superficie.
FENIX (BANDEJAS)
El FENIX no requiere de ningún mantenimiento especial
aparte de la limpieza normal, pero se recomienda la
limpieza de la superficie de forma regular.
• Para su limpieza, usa un trapo bañado en agua tibia y
jabón suave.
• No uses nunca jabones o detergentes abrasivos, así
como papel de lija o lanas de acero ya que podrían
rayar o decolorar la superficie.
• En caso de manchas persistentes se recomienda el
uso de un producto de limpieza específico para eliminar
cualquier rastro de mancha.
• Para defectos y arañazos superficielas usa una
esponja mágica para su repoaración.
• Después de limpiar o después de usar la esponja
mágica, aclare bien con agua limpia, preferiblemente
tibia, para eliminar cualquier detergente, disolvente o
cualquier otro agente de limpieza residual.
• No uses pulidores de mobiliario ni limpiadores a base
de cera en general, ya que tienden a formar una capa
pegajosa sobre la superficie densa de FENIX, a la que
se adhiere la suciedad
MADERA DE IROKO (DETALLES)
Al tratarse de un material natural, el iroko puede variar
de color o incluso agrietarse a causa de la humedad y los
cambios bruscos de temperatura. A la intemperie, el iroko
experimenta un proceso de oxidación natural que afecta
a su color, que adopta un atractivo tono gris plateado.
Las piezas de iroko deben tratarse con un sellador imper-
meable que las protege de la humedad y de las manchas
(siempre que se limpien inmediatamente). Sin embargo,
este sellador va desapareciendo con el tiempo de forma
natural.
Te recomendamos tratar la madera con sellador cada tres
meses, o con mayor frecuencia en el caso de estableci-
mientos de hostelería y restauración. Para restablecer el
aspecto original del iroko, lija toda la superficie y aplica el
sellador siguiendo las indicaciones del fabricante.
No uses jabones ni detergentes abrasivos, ni productos
que contengan cera. Estos productos forman una capa
pegajosa en la superficie que atrae la suciedad.